Nunca hablo de ella, tal vez porque intento pensar que ella nunca existió, tal vez porque cuando ella desapareció yo también lo hice, porque en realidad yo soy ella y ella sigue muerta. Y me encuentro leyendo sus 24 diarios, su vida en miles de palabras, cada sílaba, cada instante de su locura, de su suicidio. Los leo y me paro en un párrafo, justo en el punto donde estoy yo, repitiendo la condena del Diablo.
“Infectada. Y sigo creciendo negra en eso que me confunde, esperando la noche para parar los golpes, me siento tan fuerte, entera, serena, profunda y poderosa....En este instante me paro y veo mi corazón en tu mano, me agarras y siento mi latido en tus ojos. Me doy cuenta que soy algo tuya y lo enveneno todo, siempre el mismo problema y la variable que no cambia soy yo”
La adicción lo destruyó todo. Ella murió esa noche.
Alma infectada 001 |
Alma infectada 002 |
Alma infectada 003 |
No comments:
Post a Comment